viernes, 12 de junio de 2009

Un pendrive del año 1955

Este es un extracto de la genial novela del legendario Isaac Asimov titulada “El fin de la Eternidad” (publicada en el año 1955):

“…usaba una grabadora molecular fabricada en el Siglo 55. Era un cilindro delgado, de unos diez centímetros de largo por dos de diámetro, y de color castaño oscuro. Cabía fácilmente en cualquier bolsillo o en el forro del vestido, según el estilo del traje, o bien podía usarse suspendido del cinturón, de un botón o de la muñeca.
De cualquier modo que se llevase, la grabadora tenía una capacidad de unos veinte millones de palabras en cada uno de sus tres niveles de energía molecular.”






Veamos:
Si suponemos que, independientemente del idioma, cada palabra tiene en promedio unas 15 letras (incluyendo los espacios, signos de puntuación… y siendo muy partidarios de Isaac Asimov), entonces la capacidad del “pendrive de Asimov” es:
20.000.000 de palabras x 15 letras x 3 niveles moleculares = 900.000.000 de bytes = 900MB.

Nuevamente, la humanidad se ha adelantado a las predicciones de un gran genio visionario (además de pensador, escritor y científico).
Sin duda alguna, aunque era un crítico muy pesimista de la sociedad moderna, Isaac Asimov estaría orgulloso… pues apenas en el siglo XXI, la humanidad ha sido capaz de crear una maravilla tecnológica muy superior a lo que él pronosticaba para el siglo LV!
…nada mal, no les parece? xD