jueves, 27 de septiembre de 2007

Dichos populares..el porque!

Dormirse en los Laureles
En Roma, cuando se coronaba a un general, pretor o cónsul tras una victoria se le festejaba un Triunfo. Como símbolo de gloria se le colocaban guirnaldas de laureles. Sin embargo, éstos debían agachar levemente su cabeza, por lo que daba la impresión de estar descansando sobre los laureles de la gloria.

Para el lado de los tomates
La planta de tomates es un vegetal muy problemático para los horticultores. Esta suele contaminarse con todo tipo de hongos y parásitos que, si no son tratados a tiempo, no sólo matan a los tomatales sino que además al resto de las plantas sembradas. Razón suficiente para que los horticultores las planten bien alejadas del resto de las plantas. Es por esto que decir “se fue para el lado de los tomates” significa algo así como decir que se fue muy lejos del significado real.


Salvarse por un pelo
¿Creían que era porque un pelo es algo muy fino, y de allí venía el dicho? estaban en un error al igual que yo. Este dicho viene porque en la antigüedad los marineros cuando caían al agua generalmente eran agarrados y subidos de los pelos. Por esta razón solían dejarse el cabello lo más largo posible, el cual, al hundirse el cuerpo, quedaba flotando y era un excelente punto de agarre.

Me lo contó un pajarito
En Grecia y Roma, sobretodo en la última, se creía que los pájaros, al ser dueños del vuelo, poseían características magnificas de percepción. Como con el tiempo comenzaron a ver que ante una tormenta severa las aves eran las primeras en evacuar la región, los romanos, las designaron como portadoras del saber futuro. De hecho el rito de los Augurios, donde se intentaba predecir el futuro, se basaba en observar el volar de los pájaros -al igual que lo hicieran Rómulo y Remo esperando ver 12 pájaros para fundar Roma-. De Aquí viene que el dicho “me lo contó un pajarito” signifique que nos enteramos de algo “misteriosamente”.

Por h o por b
Esta es realmente simple, y así y todo, no me la hubiera imaginado nunca. Las letras h y b son las que más problemas traen a los niños durante su etapa escolar. Es muy normal que siempre, al escribir un dictado de la maestra, los chicos fallen en las palabras que llevan una h o una b. Por esta razón decir “por h o por b” significa haber errado por tal o cual cosa, sin querer dar muchas explicaciones.

No saber ni J
La J es una letra que viene del idioma Hebreo. Como en su forma escrita la J -que es la letra más chica de todas- forma parte de la estructura escrita del resto de las letras, “No saber ni J” significa no saber nada.

Marcharse a la Francesa
Haciendo porte de histórica mala educación , en Francia, durante el siglo XVIII se comenzó a estilar marcharse de una reunión o de la mesa sin saludar, ni siquiera hacer el menor gesto de cortesía. Con el tiempo esta práctica se generalizó tanto que marcharse saludando comenzó, irónicamente, a convertirse en algo señal de mala educación.

Cargar con el muerto
En varios territorios de la época medieval existía una ley que dictaba que cuando no se podía hallar al asesino de un cadáver encontrado, los pobladores del pueblo al que pertenecía dicha persona debían pagar una multa conjunta. Como a nadie, sea la época que sea, le gusta pagar impuestos… los pobladores al encontrar un cadáver se apuraban a cargarlo, y de común acuerdo, transportarlo y arrojarlo en un poblado vecino para salvarse de la multa.

Vérselas negra
Sinceramente yo pensaba que estaba relacionado a que generalmente cuando algo se oscurece termina siendo malo: el cielo se pone negro ante una tormenta, la comida al ponerse rancia, etc etc por lo que pensé que de esto venía el dicho. Sin embargo, su origen es mucho más antiguo. Cuando se ocupaba un cargo público en la Grecia pre-edad Dorada los ciudadanos debían recurrir a un llamativo sistema de elección al azar. Metían la mano en una bolsa y sacaban de ella un pedazo pintado de madera: la mayoría de los pedazos eran negros mientras que algunos, los que representaban ser elegido, eran blancos. De aquí viene el dicho.

El chivo expiatorio
El dicho viene del mundo antiguo y se refiere a una práctica ritual de los antiguos Judíos. En ella el rabino elegía dos machos cabríos de un rebaño y, echándolo a la suerte, escogía a uno de éstos dos para ser sacrificado. Como dejarlo a la suerte infería una participación divina se asumía entonces que éste chivo era el elegido para llevarse consigo los pecados del pueblo. De Aquí viene el dicho “ser el chivo expiatorio” cuando a alguien se le adjudican culpas ajenas.

Brillar por su ausencia
En los funerales Romanos se solía exhibir las efigies de los antepasados como señal del linaje. Durante la honra fúnebre a Junia -la cual era familiar de dos de los conspiradores que asesinaron a César: Casio y Bruto- las efigies de éstos dos asesinos no estaban presentes haciendo gala por su ausencia, algo que los concurrentes notarían rápidamente y sería el tema reinante entre los murmuros y chimentos del funeral. Utilizando esto como referencia en uno de sus trabajos, el poeta André de Chenier pondría esta frase de moda mas de mil años y unos cuantos siglos después.

Empezar con el pie derecho
En los rituales paganos, al subir el altar era norma dar el primer paso largo y con la pierna derecha. Esto significaba un buen augurio y marcaba que los Dioses estarían a favor de los concurrentes.

Poner las manos en el fuego
En los antiguos pueblos paganos de la Germania existía la costumbre de realizar juicios ante los Dioses cuando surgía un litigio entre dos personas. Una de las formas más comunes de ver si ésta persona estaba siendo sincera era ponerle un fierro caliente en sus manos, o alguna otra parte del cuerpo. Si la persona salía corriendo significaba ser culpable.

Se la dio con queso
Este dicho viene del problema que representaban los roedores en los pueblos Medievales, y hace referencia al hecho de armar la trampa ratonera poniendo un queso como carnada.

A buenas horas mangasverdes
Por lo visto existia un cuerpo de seguridad allende los tiempos cuyo uniforme tenía las managas verdes y que legaban siempre tarde donde se les requería…. de ahí la locución popular…

Dar gato por liebre
Si hay algo que ha mantenido la tradición con el paso de los siglos, es, sin duda, la mala fama de las posadas, hosterías y fondas, respecto de la calidad de sus comidas. La literatura universal está llena de alusiones, muchas de ellas irónicas, acerca del valor de los alimentos ofrecidos en ellas. Y era tanto el descrédito de estos lugares, que llegó a hacerse usual entre los comensales la práctica de un conjuro, previo a la degustación, en el que aquellos, parados frente a la carne recién asada, recitaban: "Si eres cabrito, mantente frito; si eres gato, salta al plato". Por supuesto, este "exorcismo" nunca sirvió para demostrar la veracidad de la fama de la posada, pero dio origen a la expresión dar gato por liebre, que con el tiempo se incorporó al lenguaje popular como equivalente de engaño malicioso por el que se da alguna cosa de inferior calidad, bajo la apariencia de legitimidad.

No hay tu tía
Expresión que se emplea para recalcar que algo carece de solución. Tiene su origen en un ungüento medicinal que en épocas pasadas se aplicaba como remedio para todos los males: la "atutía" o "tuthía". Mezcla de óxido de cinc y otras sales metálicas, la autía fue empezada a utilizar por los árabes con fines oftalmológicos. El dicho "no hay tu tía", derivación de "no hay atutía", se empleaba para indicar que una enfermedad no tenía remedio ni aplicando el citado preparado.

Tirar la casa por la ventana
Se dice cuando una persona comienza a tener grandes gastos, superiores a los que acostumbraba. El origen de esta frase se encuentra en la costumbre que existía en el siglo XIX de tirar, literalmente, por la ventana los enseres de una casa cuando a alguien le tocaba la lotería nacional.

Meterse en camisa de once varas
La locución tuvo su origen en el ritual de adopción de un niño, en la Edad Media. El padre adoptante debía meter al niño adoptado dentro de una manga muy holgada de una camisa de gran tamaño tejida al efecto, sacando al pequeño por la cabeza o cuello de la prenda. Una vez recuperado el niño, el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de su paternidad aceptada. La vara (835,9 mm) era una barra de madera o metal que servía para medir cualquier cosa y la alusión a las once varas es para exagerar la dimensión de la camisa que, si bien era grande, no podía medir tanto como once varas (serían más de nueve metros). La expresión "meterse en camisa de once varas" se aplica para advertir sobre la inconveniencia de complicarse innecesariamente la vida.

Ponerse las botas
Se dice para manifestar lo excelente de un negocio o una comida. En la antigüedad los pobres iban descalzos o calzados con alpargatas, mientras que los ricos llevaban botas, entre otras razones para montar a caballo. De aquí que el hecho de "ponerse las botas" se relacione con algo bueno y provechoso.