Desde comienzos de la década del 60, Ford demostró ser uno de los fabricantes de coches mas hábiles en el momento de ofrecer versiones deportivas de sus modelos relativamente corrientes.
Muchas versiones del Cosworth Sierra, incluido el RS500, fueron vendidos como coches de serie, para lograr los volúmenes requeridos por la FISA para homologar el modelo dentro del Grupo A de Rally, y también para que pudiera correr en circuitos de pista. Además, con ese dinero, podían financiar el desarrollo de la versión de carrera.
El primer año se fabricaron 5.000 unidades del Cosworth del Sierra RS, y, de acuerdo a las normas, solo el 10% de esa producción fue modificado para trabajar en el modelo de evolución. De ese volumen (500 unidades) estaban destinadas para desarrollar la versión de competición, la RS500.
El Sierra standard fue lanzado en septiembre de 1982. Aunque su forma aerodinámica produjo en un principio reacciones encontradas, el coche tuvo un gran éxito en la segunda mitad de la década del 80. Los primeros planes para producir un Sierra de carrera surgieron como una idea para quebrar la supremacía de Rover en las competencias de sedanes. Ahí los de Ford se pusieron a pensar que debían volver a estos escenarios.
En la década del 60, Ford hacia ganado muchas carreras con el Cortina, el Galaxy, el Falcón, el Mustang, y el Capri, hasta que comenzó a ser superado por BMW y Rover. Siguiendo su tradición, desarrollo innumerables modelos basados en versiones mejoradas del Sierra, antes de iniciar un programa de competencias propiamente europeo, a comienzos de 1983.
Pero eso cambiaría, a mediados del 83, cuando Ford vio el motor experimental de 16 válvulas con doble árbol de levas construido por Cosworth por el Sierra y se decidió a trabajar de lleno con esta compañía. Ambas empresas ya habían entablado relaciones algunas décadas atrás, mas precisamente en los inicios de los 60, cuando Cosworth, que fue fundada de 1858 por Mike Costin y Keith Duckworth, era conocida por sus máquinas de carrera con la base de modelos Ford.
Para el Sierra de competición, Cosworth diseño una tapa de aleación de 16 válvulas que pudiera ser aplicada en un automóvil de serie y jamás tuvo la intención de agregarle un turbocompresor. En esto último disentían los de Ford, que pensaban que era obtener suficiente potencia a partir de un motor de 2.000 cm3, la alimentación por turbina seria fundamental. Finalmente primo la voluntad de ponerle un turbo.
Con semejante potencial, la aerodinámica del vehículo pasaba a tener un rol fundamental. De modo que a la versión original se agregaron un alerón trasero elevado, deflectores delanteros y traseros, un capot ventilado, molduras en los paragolpes, y llantas más grandes. En el cambio, se mantuvo la disposición básica de la suspensión McPherson adelante, y los brazos semi-colgantes atrás, con cambios de geometría de los resortes y amortiguadores. En los frenos se usaron calipers dobles adelante y ABS para los modelos de serie.
Los primeros prototipos de competición se presentaron a la prensa a fines de 1985, pero la producción comenzó recién a mediados del 86, una vez que Ford soluciono los problemas de la frágil caja de cambios y de la dirección excesivamente sensible. El Cosworth Sierra RS de 224 CV y 250 km/h fue aclamado como el sedan con mejor relación peso-potencia. Antes de ser homologado, gano extraordinario varios rallies y a comienzos de 1987 “ya homologado” se adjudico la Copa Mundial de Fabricantes en la Categoría Turismo, adelante más de otras en rallies británicos, franceses, belgas y españoles. Las versiones de carrera, de 360 CV, no se hubiera complicado por cuestiones reglamentarias.
Luego vino el modelo de evolución, con mayor potencia, aerodinámica mejorada, suspensión corregida y ajustable, y otros pequeños cambios. Se lo conoció como Cosworth Sierra RS500 y fue el resultado de los trabajos que habían comenzado con ese pequeño volumen de 500 unidades del RS (de los 5.000 que se habían producido el primer año), especialmente separadas para desarrollar el modelo de evolución. El RS500 tenía una turbina más grande en su motor de cuatro cilindros y 2.00 cm3, modificado internamente, y un enfriador más potente. Así se paso de los 224 CV en su versión de serie, a más de 500 CV en la de carreras.
Las modificaciones en la carrocería mejoraron la refrigeración del motor y aumentaron la fuerza descendente del coche. También se modifico la suspensión trasera y los ABS pasaron a ser equipamiento de serie. La fabrica Aston Martín Tickford se encargó de su producción y el coche fue anunciado en julio de 1987. El programa de construcción se completo en cuestión de semanas, lo que produjo la homologación casi instantánea para que pudiera competir.
El RS500 era un poco más pesado que el Sierra Cosworth normal, y su coeficiente aerodinámico aumento levemente, aunque su potencia adicional posibilito incrementar su velocidad final.
Importantes mejores se produjeron en las pistas y los coches de competencia basados en el RS500 se hicieron imbatibles, ganando ocho de las once pruebas del Campeonato Europeo de Turismo.