El Chevrolet Camaro llega a los concesionarios cargado de su simbolismo, de su atractivo americano y de la fuerza de los graves motores V8 de Chevrolet. Es un deportivo de tres puertas con actitud arrolladora que ha vuelto a los escenarios después de varios años en una forma moderna pero clásica a la vez.
Su alargado capó y su peculiar diseño frontal, con la frondosa parrilla en negro por bandera, dan la entrada a un modelo que concede mucha fuerza hasta la cabina. Ésta se levanta finamente por encima de la línea media y remata en una suave elevación que aporta la imagen del deportivo preparado para propulsarse con sus ruedas traseras. Mide exactamente 4.83 metros de largo, 1.91 metros de ancho y 1.38 metros de altura que permiten por su distribución espacio correcto salvo en el alto para 2+2 pasajeros y 320 litros de capacidad en el maletero.
Centrándonos en el diseño destaca la terminación de su parte delantera con la ondulación del capó y el clásico compendio de ángulos en uve con la calandra de rectángulos. En esta variante SS se simula perfectamente una entrada de aire que se convierte en real justo antes de que termine el parachoques. En ambos modelos la fuerza de la carrocería se complementa con llantas de aleación de 18” (19 o 20” opcionales) y con la huella extinta del pilar B. La adición de todos estos parámetros confina un coeficiente de rozamiento aerodinámico de 0.26 cX.
La huella del acabado SS influye también en la insignia frontal, el alerón especial trasero y un cuadro de mandos especial para el interior. Este precisamente destaca por incorporar el cuero como un elemento más y la elegante iluminación LED azul con tintes en rojo. El Camaro puede configurarse también con diez colores diferentes para el exterior (Black, Victory Red, Rally Yellow, Silver Ice Metallic, Red Jewel, Cyber Gray Metallic, Aqua Blue Metallic, Inferno Orange Metallic, White y Imperial Blue Metallic) y un tapizado interior en piel con colores negro, gris o beige.
El motor que se sitúa bajo la cubierta de aluminio puede ser de dos tipos. Con la elección del cambio manual se encuentra un V8 de 6.2 litros que desarrolla 422 CV y 553 Nm de par máximo mientras que con la transmisión automática, también de seis relaciones, se instaura otro 6.2 litros V8 pero que desarrolla 400 CV y 535 Nm de par máximo. La marca de consumos puede encontrarse cercana a poco más de 10 litros cada 100 kilómetros gracias a la incorporación del sistema Active Fuel Management que desconecta hasta cuatro cilindros si no son necesarios.
En materia de seguridad el Camaro se equipa suficientemente con airbags frontales, de torax y de cortina para ambas filas. Incluye también un sistema que detecta la introducción de una sillita o simplemente un niño y desactiva automática el airbag en el asiento del acompañante. El Camaro puede incorporar aire acondicionado, tapicería y acabados de cuero para el interior, sistema de sonido con conexión USB y Bluetooth, techo solar, etc.
La opción más interesante para añadir al Camaro SS es el paquete RS que añade una pintura especial Midnight, llantas de aluminio pulido en 20”, molduras de techo en el color de la carrocería, insignia RS en el frontal, faros traseros ahumados y luces HID de alta luminosidad. A nivel funcional la mejora más atractiva es la del sistema de audio Boston Acoustics de 245 W, nueve altavoces, conexión USB y Bluetooth, etc.
Sólo el tiempos nos dirá si puede ser una verdadera competencia frente al nuevo Ford Mustang o frente al Dodge Challenger, también modernos iconos de los “muscle car” de hace unas décadas